Orizaba, Ver. – Para disminuir recaídas o resistencia de la tuberculosis, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Sur cuenta con el Tratamiento Acortado Estrictamente Supervisado (TAES), que tiene una duración de 6 meses y que tiene la finalidad de verificar que el paciente tome su dosis en tiempo y forma, supervisión que está a cargo de Enfermería.

La Coordinación de Epidemiología de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 69 explicó que las personas con tuberculosis pulmonar deben tomar el TAES por medio año, y en caso de abandono debe ser reiniciado en su totalidad.

Epidemiólogos del IMSS explicaron que la tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria “Mycobacterium Tuberculosis”, padecimiento que se puede prevenir y curar, si se trata de manera oportuna. Su principal fuente de contagio es por gotitas de saliva de una persona con tuberculosis, se puede prevenir con vacuna “Bacillus Calmette-Guerin, mejor conocida como BCG.

El TAES ha dado resultados para garantizar el apego y control del tratamiento médico de los pacientes con tuberculosis, ya que se les realizan pruebas y seguimiento integral, disminuyendo el riesgo de contagios a su entorno.

Los epidemiólogos del IMSS resaltaron que todo paciente debe apegarse 100% al tratamiento, en dosis y frecuencia, al ser la única forma que garantiza la curación definitiva y evita las recaídas y la resistencia a los medicamentos.

Si el paciente no toma el tratamiento como se indica o lo suspende antes de completar el esquema, se volverá a enfermar, con el riesgo de que la bacteria se vuelva resistente a uno o más medicamentos, lo que hará más difícil y prolongado el tratamiento que puede llegar hasta dos años o más, además de contagiar a las personas con las que convive.

Las personas con tos con o sin flemas, fiebre y sudores nocturnos, pérdida de peso, dolor de pecho con una duración de más de dos semanas, deben acudir a la Unidad de Medicina Familiar que le corresponda, para realizarse un estudio de flemas llamado baciloscopia para diagnosticar o descartar la enfermedad, y con ello iniciar tratamiento inmediato.

Ciudad de México. – Después del primer caso reportado de “Síndrome de Guillain-Barré” en el estado de Tlaxcala, las preocupaciones han aumentado, y junto con ellas, surgen dudas sobre la relación entre esta afección y el pollo crudo.

Aquí te explicamos por qué no es recomendable lavar este alimento cuando está en su estado crudo.

El “Síndrome de Guillain-Barré” es una enfermedad que afecta al sistema inmunológico y puede provocar debilidad muscular y pérdida de sensibilidad. Aunque no es contagioso, es importante estar alerta a los síntomas, como hormigueo en pies y manos, falta de fuerza, dolor muscular y parálisis en piernas, brazos y músculos faciales.

La relación entre esta enfermedad y el pollo surgió a partir de estudios realizados por especialistas en los años 90, que señalaban la presencia de una bacteria llamada “Campylobacter” en las aves, la cual se relacionaba con algunos casos de “Síndrome de Guillain-Barré”. Sin embargo, todavía no se ha comprobado que esta bacteria sea la causa directa de la enfermedad.

Entonces, ¿por qué no se recomienda lavar el pollo crudo? La respuesta radica en que lavar la carne, el pollo o el pavo puede ser contraproducente. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, este acto puede propagar los microbios presentes en el pollo a otras superficies, como el fregadero o las mesas de la cocina, aumentando el riesgo de contaminación de otros alimentos y, en última instancia, de los seres humanos.

En conclusión, es importante seguir las recomendaciones de seguridad alimentaria y cocinar adecuadamente el pollo crudo para eliminar cualquier bacteria presente, en lugar de lavarlo, lo que podría aumentar el riesgo de propagación de microbios y enfermedades.

Ciudad de México. – La endometriosis, una enfermedad debilitante que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, ha sido descrita por Bethany Willis como una experiencia tortuosa, comparándola con la sensación de tener alambre de púas aprisionando los órganos mientras un animal devora su interior.

En una entrevista con la BBC, Willis compartió su desgarradora lucha con esta condición, que se caracteriza por el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, desencadenando un dolor crónico, sangrado intenso durante la menstruación y, en algunos casos, infertilidad.

Para Willis, el dolor alcanzó tal magnitud que llegó a contemplar el suicidio, tomándose una sobredosis en un intento desesperado de escapar del sufrimiento.

Aunque Willis reconoció los síntomas desde temprana edad debido a antecedentes familiares, muchas mujeres enfrentan una batalla aún más prolongada para obtener un diagnóstico preciso. Bex, Sadie, y Rebekah, otras afectadas por esta enfermedad, relataron sus propias odiseas médicas, con diagnósticos erróneos y años de sufrimiento antes de recibir una identificación correcta.

La endometriosis, que afecta a una de cada diez mujeres en edad reproductiva, a menudo se pasa por alto o se malinterpreta, lo que resulta en un retraso significativo en el diagnóstico y un tratamiento adecuado.

El profesor Andrew Horne, experto en ginecología y ciencias reproductivas, señaló que la falta de conciencia sobre la endometriosis y la ausencia de una prueba simple para su detección son barreras significativas para un diagnóstico temprano y efectivo.

Además, la brecha de género en la atención médica, donde el dolor femenino a menudo se subestima o se ignora en comparación con el masculino, agrava aún más la situación, dificultando el acceso a la atención adecuada para las mujeres que padecen endometriosis.

A pesar de estos desafíos, la conciencia sobre la endometriosis está creciendo, y es crucial que las mujeres y los profesionales de la salud estén alerta a los síntomas y busquen un diagnóstico temprano para mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta enfermedad debilitante.