Por Miguel Ángel Contreras Mauss

Amatlán, Ver.— Un nuevo acto delictivo sacudió a la comunidad de Guadalupe La Patrona, luego de que durante la madrugada de este martes sujetos desconocidos irrumpieran en la escuela primaria “Nicolás Bravo”, ubicada frente al parque principal, a pocos metros de la carretera Amatlán–Cuichapa.

Los ladrones forzaron las entradas del plantel y sustrajeron diversos artículos de valor, entre ellos un refrigerador, licuadoras, una waflera, horno de microondas, cacerolas y despensa escolar. Los tanques de gas LP fueron encontrados abandonados en el área verde, lo que representó un serio riesgo para la comunidad.

Padres de familia y docentes descubrieron el robo por la mañana y denunciaron los hechos ante la Fiscalía Regional de Córdoba. Asimismo, expresaron su molestia por la falta de presencia policial, ya que los elementos municipales continúan operando sin armamento, lo que —afirmaron— limita su capacidad de reacción.

Autoridades educativas confirmaron que ya se inició una carpeta de investigación y que se busca recuperar los bienes robados. Mientras tanto, la comunidad escolar exigió reforzar los patrullajes y mejorar la seguridad en torno a los centros educativos rurales del municipio.

Vecinos pidieron además a la población no adquirir artículos de dudosa procedencia, recordando que los objetos robados fueron comprados mediante cooperaciones voluntarias de padres y maestros para mejorar las condiciones del plantel.

Por Miguel Ángel Contreras Mauss
Coscomatepec, Ver.— Una tragedia enluta a la comunidad de Tetelcingo, en las faldas del Pico de Orizaba, luego de que dos hermanos se intoxicaran con monóxido de carbono mientras dormían; el menor de ellos perdió la vida y su hermana permanece hospitalizada.

De acuerdo con reportes de Protección Civil Municipal, la familia encendió un anafre dentro de su vivienda para combatir el intenso frío nocturno. Durante la madrugada, el humo del carbón saturó el ambiente, provocando que los menores inhalaran el gas tóxico sin percatarse del peligro.

Por la mañana, los padres descubrieron al niño inconsciente y a su hija de 13 años con signos de asfixia. De inmediato solicitaron apoyo a los cuerpos de emergencia, pero el menor ya no presentaba signos vitales. La adolescente fue trasladada al Hospital Rural IMSS-Bienestar, donde se mantiene bajo observación médica.

El monóxido de carbono, explicaron autoridades, es un gas sin olor ni color que sustituye el oxígeno en la sangre, afectando el cerebro y los pulmones. En pocos minutos puede provocar desmayos y, en casos severos, la muerte.

Personal de la Fiscalía General del Estado acudió al domicilio para realizar el levantamiento del cuerpo y abrir una carpeta de investigación por intoxicación accidental. Los peritos confirmaron que no existen huellas de violencia y que la causa probable del deceso fue la inhalación prolongada del gas.

Protección Civil hizo un llamado urgente a la población serrana a no utilizar anafres, braseros o calentadores de gas en espacios cerrados, y a mantener siempre una ventilación mínima en las viviendas. También reiteró la importancia de identificar síntomas tempranos de intoxicación, como dolor de cabeza, náuseas o mareos.

Vecinos y familiares del menor expresaron su consternación por lo ocurrido y solicitaron apoyo psicológico para la familia. Las autoridades locales informaron que implementarán una campaña preventiva en comunidades de la zona alta para evitar más casos durante la temporada invernal.

Por Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver.— Dos décadas después del asesinato de un productor de caña en la comunidad de Potrero Nuevo, municipio de Atoyac, uno de los individuos implicados finalmente fue detenido, luego de haber permanecido fuera del alcance de la justicia durante casi veinte años.

El hombre identificado como Diego “N” fue ubicado en Tlalnepantla, Estado de México, y trasladado a Veracruz para enfrentar el proceso legal que se mantenía abierto desde 2005.

El 15 de mayo de aquel año, Rafael Hernández Rodríguez, de 51 años, fue atacado a balazos frente a la parroquia de Cristo Rey, a escasos metros del ingenio El Potrero. Minutos antes había salido de las oficinas de la ULPCA-CNC, cuando un sujeto armado lo interceptó y le disparó repetidamente.

En la escena quedaron seis casquillos calibre .38 súper y daños visibles en el muro del templo por los impactos de bala. El hecho generó alarma en la comunidad, acostumbrada entonces a un ambiente menos violento.

Ese mismo día fue capturado el presunto autor material, Daniel Bautista Pérez, sorprendido cuando intentaba huir entre terrenos cañeros y detenido más adelante sobre la avenida Ferrocarril. Llevaba consigo una pistola calibre .38 súper, dos cargadores y cartuchos útiles. Declaró que el ataque derivaba de una deuda de 50 mil pesos relacionada con servicios de transporte; versión que no cerró el caso, pues desde el inicio se habló de un segundo participante.

Pese a que la causa penal avanzó con un detenido, el otro implicado permaneció prófugo durante veinte años, periodo en el que no se lograba su localización. Tras ser aprehendido, fue ingresado al penal de mediana seguridad de “La Toma”, en Amatlán de los Reyes, donde será presentado ante un juez de control que definirá su situación jurídica.