Ricardo Bretón
Ixtaczoquitlán, Ver. – Cientos de personas dieron este sábado el último adiós al cuerpo de Jacinto Romero Flores, aquel periodista aguerrido de 60 años, quien fue asesinado el jueves dentro de su automóvil.
La capilla ‘María Inmaculada’ lucía abarrotada por decenas de personas quienes, desde el jueves, llegaron para ofrecer una veladora y colocar un arreglo floral cerca del féretro donde descansan los restos de Romero Flores, quien utilizó los micrófonos de su programa “Dígalo sin Miedo” de Oriestereo, para darle voz a las masas oprimidas de la sierra de Zongolica.
Grace dio tregua a la familia y amigos del periodista para despedirlo, pues, aunque estaban pronosticadas fuertes lluvias, la tempestad se calmó y por momentos se asomaron rayos de Sol.
Desde el altar, el sacerdote Alfredo Mazahua, condenó el homicidio del también activista: “Su muerte es la manera más violenta de vulnerar el derecho a la libertad de expresión, porque la sociedad queda privada de esa comunicación”.
“Privarlo de la vida, afecta a toda la población y los afectados directos son la familia, hago un llamado a la reflexionar para saber de los valores”, agregó.
Ante decenas de personas, el sacerdote pidió a la familia fortalecer sus corazones y perdonar a quienes le quitaron la vida a su esposo y padre.
El minuto de aplausos opacó los llantos de los presentes, pues era tiempo de marchar; compañeros cargaron el féretro y lo subieron a la carroza; al avanzar la banda musical Carrusel de la comunidad Ixhuatlancillo amenizó el ambiente; aunque el dolor profundo seguía presente.
El momento doloroso llegó cuando era tiempo de sepultar su cuerpo; su familia se quebró, los reporteros presentes no soportaron el llanto, pues todos recordaron el buen ser humano que era Jacinto Romero, y desde el fondo gritaron justicia.
Su hijo Germán hizo un llamado al gobierno estatal que encabeza Cuitláhuac García Jiménez y al presidente de la República Mexicana Andrés Manuel López Obrador que se haga justicia por su padre y caiga quien tenga que caer que pague por el crimen cometido.
“Los que le pasó a mi padre no debe quedar en el olvido, aquellos que son reporteros se cuiden, ya que la libertad de expresión quedó sepultada con la muerte mí su padre. Ahora ustedes son la voz de Jacinto, esto no se puede quedar así, por decir la verdad te matan, sean la voz de Jacinto”, consignó.
