Agencias SPI
Xalapa, Ver.- La mayoría de las ciudades mexicanas no cuentan con sistemas eficientes de movilidad, por ello los gobiernos deben brinda opciones de transporte público que aseguren la sana distancia, ante la apertura a la “nueva normalidad” puesta en marcha por el Gobierno Federal.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) expuso que las condiciones de traslado que enfrentan los ciudadanos, es un elemento mas que se suma a la lista de problemas para resolver la llamada “nueva normalidad”.
La organización afirmó que la mayoría de las ciudades mexicanas no cuentan con sistemas eficientes de movilidad, y mucho menos resilientes. Las ciudades poco preparadas se caracterizan por tener pocas alternativas para sustituir al automóvil particular.
Padecen situaciones de inundaciones y sismos que derivan en un colapso vial y como consecuencia, en una inmovilidad exacerbada en momentos en los que es fundamental el flujo de bienes, servicios y personas; congestión vial que hace más complicados los traslados en cualquier otro medio de transporte que no sea el automóvil particular.
La organización refirió que las condiciones actuales de los sistemas de transporte, complicará implementar fácilmente estrategias para hacer sentir segura a la población y se pueda monitorear efectivamente el cumplimiento de las medidas implementadas.
El IMCO consideró que los gobernadores deben hacer un cambio radical en el gasto público para priorizar el transporte colectivo y medios de transporte sustentables sobre el automóvil particular, ya que la inversión en transporte público y no motorizado es sumamente escasa en la actualidad.
Otras medidas, son monitorear los niveles de actividad de los traslados de la población en periodos de tiempo cortos (mínimo semanales) para verificar el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social y del regreso escalonado de las actividades. Esto puede hacerse con ayuda del Gobierno federal o de proveedores externos.
Que los gobiernos identifiquen las zonas con mayor concentración laboral, en las que se enfoquen los esfuerzos de vigilancia o de medidas más exhaustivas para evitar contagios en zonas conurbadas.
Alinear la reactivación de las actividades en las empresas y escuelas a un plan para regresar de forma escalonada que tome en cuenta el riesgo de contagios que representa cada establecimiento por el giro al que pertenece.
“Independientemente del sector al que pertenezcan los establecimientos, cada uno de ellos debe de considerar un plan de horarios diferenciados para sus empleados de tal manera que se reduzca la demanda simultánea de transporte.
Incrementar el número de carriles exclusivos para unidades de transporte público”, dice el documento.
Deberán aumentar el espacio destinado a infraestructura peatonal y ciclista para cumplir con las indicaciones de sana distancia, incluso definan planes para construir infraestructura permanente.
Asimismo, reducir el espacio destinado al uso de automóviles, lo que desincentiva su uso y le da prioridad al flujo de transporte público. También debe contemplarse el cierre y peatonalización de calles para aumentar el espacio entre personas.
Por último, regular y facilitar la operación de iniciativas de transporte colectivo vía aplicación para aumentar la capacidad del sistema y disminuir aglomeraciones.