Agencias SPI
Xalapa, Ver. – La inflación en la canasta básica de consumo ha sido mayor para los hogares de menores ingresos desde agosto de 2021, pero también ha impactado en los hogares de mayores y medianos ingresos, dio a conocer el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Los hogares de mayores recursos que percibieron en promedio más de 50 mil pesos al mes, la inflación en los precios de la canasta de consumo fue de 8.05 por ciento entre julio de 2021 y el mismo periodo de 2022, para los hogares con ingresos de nivel medio el incremento fue de 9.31 por ciento.
El impacto es aún mayor para los hogares de bajos ingresos, que tienen recursos de alrededor de 3 mil pesos al mes, vieron un incremento de 10.26 por ciento en el gasto necesario para adquirir la canasta de consumo (una tasa es más de 2 puntos porcentuales).
El análisis, precisó que en agosto de 2019 los tres tipos de hogares registraron tasas de inflación similares (2.83, 2.88 y 3.18 por ciento para hogares de bajos, medios y altos recursos, respectivamente); la inflación percibida en la canasta de consumo de los hogares de altos ingresos era mayor a la observada en los de bajos ingresos.
Dado que la inflación actual es más pronunciada en bienes alimenticios y agropecuarios, estos incrementos afectaron más a quienes asignan una mayor proporción del gasto a esos productos: los hogares con menos recursos.
Mientras los hogares con menos recursos destinan el 50 por ciento de sus ingresos para alimentos, bebidas y tabaco; los hogares con ingreso medio destinan 43 por ciento y; los de mayor ingreso sólo el 28 por ciento.
La tendencia al alza de la inflación y, en particular la elevada tasa en el componente de alimentos, bebidas y tabaco -que se ha mantenido por encima del 10 por ciento anual desde marzo de 2022 y en julio alcanzó su nivel más alto desde diciembre de 1999-, ha resultado en una mayor presión sobre el poder adquisitivo de los estratos socioeconómicos más bajos, que se contrae más en periodos de alta inflación.
El IMCO sugirió que, para asegurar estabilidad en los precios y el poder adquisitivo de la población, se requieren medidas de fortalecimiento de la competencia económica, el respeto a la autonomía de Banco de México, el apoyo focalizado a poblaciones vulnerables.
Así como el impulso a la oferta de bienes mediante la atracción de inversión y la adopción de nuevas tecnologías.