Córdoba, Ver. – La producción de caña de azúcar en la región enfrenta una grave amenaza tras detectarse brotes de gusano falso medidor y mosca pinta en los sembradíos, lo que ha encendido las alarmas entre los productores.
La Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR) del Ingenio El Potrero ha declarado la situación como crítica y está tomando medidas urgentes para controlar la propagación de esta plaga que pone en riesgo la producción y los ingresos de cientos de familias.
El gusano falso medidor (Spodoptera frugiperda) y la mosca pinta (Aeneolamia postica) son plagas que atacan las hojas y tallos de la caña, debilitando las plantas y reduciendo su capacidad de crecimiento.
Si no se controlan, estas plagas pueden causar daños significativos, afectando tanto la calidad como el volumen de la producción.
Según informes preliminares, los brotes se han registrado en varios puntos de la región, afectando un porcentaje importante de las hectáreas cultivadas.
Ante esta situación, la CNPR ha implementado un plan de acción para evitar que la plaga se extienda; este incluye fumigaciones específicas en las áreas más afectadas, asesoramiento técnico a los productores para identificar a tiempo los brotes, y la promoción del uso de control biológico para reducir el impacto de los insectos sin afectar el medio ambiente.
Sin embargo, reconocen que será un desafío detener por completo la propagación, especialmente si las condiciones climáticas favorecen el desarrollo de las plagas.
La organización ha hecho un llamado a todos los cañeros de la región para que colaboren con las autoridades agrícolas, reportando cualquier signo de infestación y adoptando las recomendaciones fitosanitarias.
“Es una situación que requiere del compromiso de todos. Si no actuamos rápidamente, las pérdidas podrían ser devastadoras”.
La caña de azúcar es uno de los pilares económicos de Córdoba y las regiones aledañas, con miles de familias dependiendo directamente de su producción.
La presencia de estas plagas pone en riesgo no solo el sustento de los cañeros, sino también las operaciones de los ingenios y la economía local en general.
Las autoridades seguirán monitoreando la situación, mientras se intensifican los esfuerzos para evitar una crisis mayor.
Los productores, por su parte, esperan que las acciones sean suficientes para preservar la cosecha y evitar pérdidas que podrían ascender a millones de pesos.