[ NOTA ROJA ]
Muere trabajador tras caer del techo de una casa religiosa
Autoridades investigan el caso

Por Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba, Ver.- Un hombre perdió la vida la noche de este viernes al caer de una altura aproximada de tres metros, mientras realizaba trabajos de compostura en el techado de la casa religiosa “Siervas de Nuestra Señora de la Soledad”, ubicada en la calle 9, entre avenidas 1 y 3, en pleno centro de Córdoba.
De acuerdo con los primeros reportes, la víctima de nombre Jair “N” se encontraba laborando en la parte superior del inmueble, cuando presuntamente, por un descuido, resbaló.
Aunque se encontraba sujeto con una cuerda de seguridad, esta no logró soportar su peso, por lo que el hombre cayó al vacío, golpeándose violentamente contra el suelo.
El impacto fue fatal. Paramédicos acudieron de inmediato al lugar tras recibir el reporte, pero lamentablemente ya nada pudieron hacer por salvarle la vida.
El área fue acordonada por elementos de la Policía Municipal en espera de los servicios periciales para el levantamiento del cuerpo.
Vecinos de la zona manifestaron su consternación por el trágico suceso, ocurrido en una institución religiosa de amplia trayectoria en la ciudad
. Las autoridades ya investigan las condiciones en que se realizaban los trabajos de mantenimiento, a fin de deslindar responsabilidades.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para la necropsia de ley.

Omealca, Ver. — La sala del juzgado se llenó de silencio. Frente a la evidencia brutal, los argumentos desesperados de la defensa intentaban, inútilmente, suavizar lo imperdonable. Decían que fue un descuido.
Un accidente. Un error. Pero la jueza de control, firme, clara y conmovida por la crueldad de los hechos, fue contundente: “Esto no es omisión. Esto es feminicidio.”
Este sábado, la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia Contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños y de Trata de Personas informó la vinculación a proceso de Eduardo “N”, un sujeto originario de la comunidad de La Palma, municipio de Omealca, quien la noche del 18 de abril fue hallado dormido —sin pena ni conciencia— sobre el cadáver de su hija de apenas tres meses de nacida.
La menor murió asfixiada. Aplastada por el cuerpo alcoholizado de su propio padre, que en vez de velar por su vida, la usó como almohada después de una noche de borrachera desenfrenada.
La madre, como cada noche, salió a trabajar para poner comida sobre la mesa. Él, como cada noche, se quedó a cargo de la bebé. Pero esa madrugada decidió embriagarse más de lo habitual, hasta perder el control, hasta convertir el hogar en una tumba.
Personas allegadas a la familia fueron quienes descubrieron la escena: la pequeña inmóvil, su padre encima, dormido, como si nada hubiese pasado. Ellos mismos lo entregaron a la Policía Naval.
La necropsia confirmó lo evidente: la bebé murió por asfixia mecánica, provocada por una presión directa y sostenida sobre su pequeño cuerpo.
Durante la audiencia, la defensa del imputado quiso convencer al juzgado de que no hubo intención, de que fue un accidente.
Pero el asesor jurídico de la madre, el maestro Uriel Moreno Mendoza, rebatió cada palabra.
Aportó pruebas, testimonios, dictámenes médicos, y dejó en claro que no se trató solo de una omisión: se trató de violencia, de negligencia criminal, de una cadena de decisiones que terminaron con la vida de una niña indefensa.
Y fue entonces cuando la jueza, con la ley en una mano y la dignidad de la víctima en la otra, tomó la palabra. Su resolución no titubeó.
Dictó prisión preventiva oficiosa y vinculó a proceso a Eduardo “N” por el delito de feminicidio. La justicia habló con voz firme: la muerte de una niña no puede quedarse en el olvido ni en tecnicismos legales.
Ahora, el presunto feminicida está recluido en el penal de mediana seguridad de La Toma. Mientras tanto, una madre llora, una cuna está vacía, y un pueblo exige que la muerte de esta bebé no sea solo una estadística más.
Porque en Veracruz, la justicia también tiene rostro de mujer. Y esta vez, habló fuerte.

Córdoba, Ver. – La madrugada de este domingo, un hombre dedicado a la venta de tacos fue asesinado a balazos en la avenida principal esquina con calle Bravo, en la colonia El Pueblito.
El ataque provocó una intensa movilización policiaca y de los cuerpos de emergencia.
Según versiones preliminares, la víctima identificada como José Enrique Álvarez Sánchez de 22 años, quien se encontraba en la banqueta, fue sorprendido por sujetos armados que, sin mediar palabra, abrieron fuego en su contra, dejándolo sin vida en el lugar.
Vecinos alertaron al número de emergencias, por lo que al sitio arribaron elementos de la Policía Municipal y Estatal, quienes al confirmar el fallecimiento de la persona, procedieron a acordonar la zona siguiendo el protocolo de cadena de custodia.
Poco después llegaron agentes de la Fiscalía Regional y peritos criminalistas, quienes realizaron las diligencias correspondientes y ordenaron el levantamiento del cuerpo, que fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para la necropsia de rigor.
Las autoridades ministeriales ya investigan el crimen para dar con los responsables y esclarecer el móvil del asesinato.

Yanga, Ver.- El cuerpo de un joven vecino de Atoyac fue hallado este sábado en un camino rural que une a la comunidad de San Joaquín con el municipio de Yanga en una nueva escena de horror que sacude a la región.
La víctima, amarrada de manos, envuelta en cobijas y con signos evidentes de violencia, fue identificada más tarde por sus tatuajes: uno con el nombre “Óscar” en el brazo izquierdo y otro con la figura de un hongo del videojuego Mario Bros en la mano.
Fue cerca de las 11 de la mañana cuando vecinos alertaron al 911 sobre la presencia de un bulto sospechoso sobre la terracería.
Al llegar, elementos policiacos confirmaron lo peor: el cuerpo sin vida de un hombre, asesinado con el tiro de gracia y parcialmente quemado.
El lugar fue asegurado por las corporaciones de seguridad y más tarde llegaron peritos forenses y agentes ministeriales para recabar los indicios.
El cadáver fue trasladado al Semefo de Córdoba, donde se confirmó su identidad como José Óscar Rebolledo López, de 28 años, originario de Potrero Nuevo, Atoyac.
El crimen ocurre en una zona marcada por la violencia y el control territorial de grupos delictivos, donde los caminos rurales como este se han convertido en escenarios frecuentes de ejecuciones.
Hasta el momento, las autoridades no han informado sobre detenidos ni posibles líneas de investigación.
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